NASA

La NASA advirtió que observa una tormenta de meteoritos que llegará a la Tierra este año

Los restos de un cometa dejaron una estela de rocas espaciales que encendió las alarmas.
domingo, 29 de mayo de 2022 · 10:22

Expertos de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, en español) advirtieron sobre una lluvia de meteoritos que será visible en Norteamérica el martes de la próxima semana y que significa un fenómeno digno de observarse. 

La agencia espacial advirtió que no será cualquier lluvia de meteoros, podría convertirse en la más poderosa jamás observada por esta generación. De acuerdo a la NASA, se trata de un evento astronómico de proporciones extraordinarias.

Los meteoros son cuerpos celestes que viajan a gran velocidad.

Los asteroides son fragmentos muy pequeños de un cuerpo celeste mayor, en este caso se trata del cometa SW3, cuyo nombre completo es 73P/Schwassmann-Wachmann 3, responsable de los fragmentos de polvo que causan la lluvia denominada como Tau Herculids, según la NASA.

La entidad estadounidense explicó que el SW3 se fragmentó en 1995 y, desde entonces, ha continuado la división de las piezas, lo que causa preocupación entre los científicos que analizan lo que ocurre en el espacio.

El fenómeno es un espectáculo muy esperado por los especialistas.

Un meteorito es una roca muy pequeña, la mayoría orbita en Marte, Júpiter y la región del sistema solar que se conoce como cinturón de asteroides. Aunque cruzan órbitas de otros planetas, hace mucho tiempo que no significan un riesgo para el planeta.

 

Alerta en nuestro planeta

Aunque el fenómeno se ha visto en otras ocasiones, esta vez la NASA se mantiene alerta porque los escombros del cuerpo celeste podrían tener una interacción directa con la Tierra por primera vez. Se trata de algo nunca visto y tiene que ver con la gran cantidad de meteoros y su tamaño.

La NASA se mantiene a la espera de lo que pueda ocurrir.

Tanto las agencias de China y Rusia como las autoridades estadounidenses están atentas a la situación, aunque no se ha emitido ninguna alerta de gran magnitud que pueda significar un verdadero riesgo para la humanidad.