PAPA FRANCISCO
Papa Francisco: “Frente a la locura de la guerra continuamos rezando cada día por la paz”
El pontífice volvió a referirse a la invasión iniciada por Rusia y a la necesidad de poner fin al conflicto.Como ya es costumbre, el papa Francisco se pronunció nuevamente por la guerra iniciada por Rusia en Ucrania que ha dejado miles de personas fallecidas, millones de desplazados y destrucción casi total en varias ciudades.
El líder de la Iglesia católica le pidió a los líderes mundiales que no dejen de pensar en los más vulnerables. “Rezamos para que los responsables de las naciones no pierdan el olfato de la gente que quiere la paz y sabe que las armas nunca la traen”, dijo el papa Francisco.
Desde que comenzó el conflicto, en las intervenciones públicas del papa Francisco ha habido mensajes de paz, duras críticas al accionar de Rusia y solidaridad con los refugiados que dejaron su casa en busca de un lugar seguro en otras partes del mundo.
El pontífice solicitó desde el Vaticano que se escuche el clamor del pueblo. “Frente a la locura de la guerra continuamos rezando cada día por la paz”, insistió el líder de la Iglesia, frente a miles de fieles en la plaza de San Pedro.
El mensaje del papa Francisco llega la misma semana en la que llamó al presidente de Rusia, Vladímir Putin, a negociar un acuerdo con Ucrania. El líder ruso no descartó un encuentro con él, pero hubo mayor avance luego de las expresiones públicas.
La guerra en Ucrania comenzó el 24 de febrero y, desde entonces, hubo varios intentos de negociación con Rusia, pero los encuentros no dieron los resultados esperados, y en ese tiempo se profundizaron las diferencias y se intensificaron los bombardeos.
Dos argentinos fueron recomendados por Francisco
En otro orden, el papa Francisco designó como consultores de la Congregación para la Educación Católica a dos argentinos que dirigen la fundación Scholas Occurrentes, José María del Corral y Enrique Palmeyro.
Los sacerdotes están dentro del elenco de 19 consultores del organismo encargado de la educación. Los argentinos trabajaron junto al pontífice cuando este vivía en Buenos Aires.