PAPA FRANCISCO
El papa Francisco sobre la comunidad LGBTQI: “Dios es padre y no reniega de ninguno de sus hijos”
No es la primera vez que el líder católico deja clara la postura de la Iglesia frente a este tema.El papa Francisco respondió a la carta del sacerdote jesuita de Estados Unidos, James Martin, quien le consultó sobre la postura de la Iglesia católica frente a las personas de la comunidad LGBTQI. El líder católico fue contundente con su respuesta para no dar pie a confusiones.
El pontífice aclaró que la Iglesia no rechaza a las personas homosexuales, más bien, quienes generan el rechazo son los miembros de la Iglesia. “Dios es padre y no reniega de ninguno de sus hijos”, aclaró el papa Francisco en su carta.

La respuesta del papa Francisco se conoció luego de ser publicada en un medio norteamericano en el que se profundiza sobre el rechazo que sufren los miembros de la comunidad LGBTQI por parte de algunos religiosos.
El líder católico recordó que Dios ofrece cercanía, misericordia y ternura y que es importante buscar las respuestas al interior de la Biblia, por lo que recomendó leer el libro de Hechos de los Apóstoles para profundizar sobre una Iglesia cercana a los demás.

Otra pregunta hecha al papa Francisco es sobre lo que le diría a un fiel católico que es parte de la comunidad LGBTQI, a lo que él respondió:
Le haría ver que no se trata del rechazo de la Iglesia, sino de personas de la Iglesia. La Iglesia es madre y convoca a todos sus hijos.

El pontífice puso como ejemplo una parábola que habla de los invitados a la fiesta. “Justos, pecadores, ricos y pobres. Una Iglesia selectiva, una Iglesia de pura sangre no es la Santa Madre Iglesia, sino una secta”, reiteró.
Condenó el rechazo
El papa Francisco ha condenado en varias ocasiones el rechazo a las personas de la comunidad LGBTQI, y a principios de este año, durante su audiencia general, pidió a los padres que acompañen a sus hijos sin importar su orientación sexual.
El religioso había dicho en otras ocasiones que los homosexuales tienen derecho a ser aceptados por sus familiares y, aunque la Iglesia no acepte el matrimonio entre parejas del mismo sexo, puede apoyar leyes de unión civil destinadas a otorgar derechos conjuntos.