ALCOHOLISMO
Australia cuenta con una píldora para tratar los problemas de alcoholismo
El medicamento ha ofrecido resultados favorables; sin embargo, no es muy recetado.
Australia cuenta con una píldora llamada Naltrexona, que sirve para tratar el alcoholismo y en sus primeros estudios arrojó resultados prometedores; sin embargo, no hay un consenso definitivo frente a su efectividad para tratar la enfermedad.
Este medicamento es una luz de esperanza ante la dependencia a las bebidas alcohólicas, que afecta a 2.300 millones de personas en el mundo y está relacionada a, por lo menos, 3 millones de muertes cada año. La píldora contra el alcoholismo trata el consumo problemático y es capaz de bloquear los receptores de estas sustancias en el cerebro sin activarlos.
La pastilla desarrollada por los australianos amortigua la euforia causada por el alcohol y otras sustancias ilícitas, lo que se convierte en un tipo de alerta para el cerebro. Aunque el tratamiento contra el alcoholismo parece una buena noticia, no se consigue con facilidad porque no todos los médicos están de acuerdo con su uso y los beneficios que proporciona.
No es un tratamiento nuevo, son muchos años de desarrollo y análisis, en 2001 comenzó a figurar en el Plan de Beneficios Farmacéuticos con un costo de 42,50 dólares, por mes. Hace 10 años un estudio concluyó que una de cada nueve personas tratadas con Naltrexona no volverán a tomar alcohol en exceso.
La píldora tiene aprobación para su uso a nivel nacional y para las personas a las que se les receta significa tomar una dosis diaria para mantener la abstinencia y tener controlada la enfermedad.
El consumo de alcohol preocupa a los australianos
El NCETA (Centro Nacional para la Educación y la Capacitación sobre Adicciones, en español) concluyó en 2019 que el 5 % de la población de Australia con más de 14 años está acostumbrada a tomar alcohol durante todos los días, lo que significa 1 millón de personas, aproximadamente.
El año pasado, este tratamiento contra el alcoholismo fue recetado en 59 mil ocasiones, pese a la resistencia de muchos médicos que optan por otro tipo de acciones para reducir el consumo.
