UVALDE
Docente que sobrevivió a la masacre de Uvalde a la Policía: “Nunca los perdonaré, cobardes”
Narró cómo los niños gritaban por ayuda desde el salón de clases; sin embargo, la Policía no entró y permitió más muertes.Arnulfo Reyes es docente y estaba al interior de uno de los dos salones atacados por Salvador Ramos en la escuela Robb Elementary de Uvalde, Texas. El profesor resultó herido, pero permaneció consciente y tras salir del hospital narró cómo vivió la tragedia.
Reyes sostiene que la Policía de Uvalde no actuó rápido, pasó más de una hora desde que comenzó el tiroteo y en su salón fueron asesinados sus 11 estudiantes. Asegura que, cuando Salvador Ramos irrumpió en su aula, las autoridades de la ciudad dieron la orden de no ingresar y los oficiales retrocedieron.
El testimonio del maestro de Uvalde es desgarrador. En las últimas horas, habló con ABC News y contó que en su salón sus estudiantes pedían a los oficiales que entraran, pero nunca recibieron respuesta y después de que Ramos ya había asesinado a ocho estudiantes y dos docentes, siguieron los suyos, aunque él sobrevivió a las heridas.
“Ustedes tenían chaleco antibalas. Nunca los perdonaré, cobardes”, se dirigió Arnulfo Reyes a la Policía, que recientemente reconoció su error de comunicación y en el plan a implementar durante el tiroteo que llevó a cabo un joven de 18 años.
Uno de los estudiantes del otro salón de clases estaba gritando: Oficial, estamos aquí, estamos aquí. Pero ya se habían ido, entonces el asesino se levantó de detrás de mi escritorio y comenzó a disparar de nuevo.
Los niños siguieron el protocolo
El profesor de este pequeño pueblo de Texas tenía a cargo a los niños de cuarto año. Explicó que los estudiantes veían una película al momento que comenzaron los disparos, les pidió que se escondieran debajo de las mesas y fingieran estar dormidos, como les habían enseñado antes, pero el agresor ingresó rápidamente por un salón contiguo.
A Reyes le disparó primero por lo que fingió estar inconsciente inmediatamente, pero mientras estaba tirado junto a su escritorio escuchó cómo la policía ingresó solo minutos después del atacante, pero detuvo su marcha. Pasó más de una hora antes que entraran por la fuerza al segundo salón y mataran al agresor.