BALLENA

Triste final: murió la ballena blanca rescatada del río Sena en París

Más de 80 especialistas trabajaron en el operativo para trasladarla a un lugar seguro.
miércoles, 10 de agosto de 2022 · 13:43

Una ballena beluga de aproximadamente 800 kilos fue rescatada del río Sena esta mañana, luego de pasar varios días en la zona, sin poder alimentarse y con un estado de salud deteriorado. Pese al esfuerzo de decenas de veterinarios y activistas, el mamífero perdió la vida a solo horas de la operación para salvarla.

La ballena estaba perdida a unos 70 kilómetros de su hábitat y se requirieron más de ocho horas para sacarla del Sena. El cetáceo está acostumbrado a vivir en las frías y saladas aguas de Canadá, pero entró en el río por error, lo que afectó gravemente su salud.

La ballena estuvo varios días perdida y sin comida.

“La beluga ha salido del agua tras largas horas de preparación y esfuerzos. Bravo a los equipos implicados por haber superado el desafío. Se le realizaron los primeros exámenes médicos y se conocerán muy pronto los resultados”, adelantaba la organización Sea Shepheard France, que luego lamentó la muerte de la ballena.

El mamífero había sido bloqueado en una zona del río desde el jueves y, para sacarlo, se requirió de una red levantada por una grúa, lo que habría sido demasiado estresante. La secretaria general de la delegación del gobierno de Eure, en Normandía, Isabelle Dorliat-Pouzet, explicó que la operación era un riesgo muy alto pero necesario para intentar salvarle la vida.

Fuente: (EuroNews)

El operativo para sacar a la ballena significó varios miles de euro; sin embargo, miles de personas donaron dinero y otros equipos, como el camión que la trasladaría y la paja en su interior que fue llevada por los vecinos.

 

No es el primer animal que entra al Sena

En mayo, una orca entró al río Sena y permaneció en él varios días; sin embargo, murió por el cansancio y la falta de alimentación antes de ser rescatada por las autoridades.

Una orca perdió la vida tras perderse en el Sena.

Aunque los especialistas trabajan en investigar el fenómeno, muchos coinciden en que el exceso de contaminación sonora desorienta a los animales y hace que se pierdan con los cambios de corrientes marinas influenciadas por el calentamiento global.