SEQUÍA
Europa enfrenta la peor sequía de los últimos 500 años y los efectos son devastadores
El cambio climático es cada vez más evidente y la población sufre la escalada en las temperaturas.Una intensa sequía afecta al 47 % de Europa y ya genera estragos en la economía, especialmente en los sectores agrícolas afectados por los incendios forestales y las nuevas amenazas a las especies acuáticas. Las autoridades confirman la existencia de embalses completamente secos y muy bajos niveles de agua en los grandes ríos del territorio.
En el centro, sur y oeste de Europa, la anomalía climatológica ha hecho que no se reporten lluvias importantes en los últimos dos meses. Pese a que el Reino Unido es conocido por presentar lluvias recurrentes, el Gobierno de Boris Johnson declaró sequía al sur y centro de Inglaterra y advirtió que este verano es uno de los más secos y calurosos de la historia.
La sequía no ha terminado y ya es considerada la peor de los últimos 500 años en el Viejo Continente. Las condiciones son producto del cambio climático por el que se acelera la evaporación, lo que afecta a las plantas que requieren humedad.
Las autoridades destacan también que en el invierno disminuyeron las nevadas y eso limitó la cantidad de agua fresca para las irrigaciones en el verano. La Federación de Pesca y Protección del Ambiente Acuático asegura que varias especies de peces fallecieron en los últimos meses por la poca afluencia en los ríos.
Jean-Philippe Couasné, director regional de la entidad, explicó que, por ejemplo, en el río Lux, en Francia, millones de truchas han muerto debido a la ausencia total de agua. “Es algo horrible, normalmente fluían unos 8 mil litros de agua por segundo, ahora, cero litros”, lamentó.
Nada mejora
Las previsiones sobre la sequía no son alentadoras, según los especialistas. El Centro de Investigaciones Conjuntas de la Comisión Europea dijo que la situación empeorará y podría afectar a la mitad del continente.
Las condiciones actuales son debido a los prolongados períodos de clima seco a nivel mundial. El cambio climático redujo la diferencia de las temperaturas entre diferentes regiones y debilitó las fuerzas que impulsan las corrientes de aire, que no logran arrastrar suficientes lluvias desde el Atlántico.