ESPAÑA

Cómo trabajar formalmente en España: los cambios de ley que benefician a los migrantes

La nueva normativa establece nuevos criterios para optar a una residencia permanente.
lunes, 15 de agosto de 2022 · 12:39

Se estima que en España viven alrededor de 6 millones de extranjeros, más de la tercera parte proceden de países de América Latina y muchos de ellos tienen dificultades para trabajar legalmente debido a que no poseen permiso de residencia.

Hace solo unas semanas, España reformó su ley de Extranjería y eso permitirá que muchos indocumentados puedan acreditar la vinculación laboral. El gobierno de la nación europea entrará en vigencia en los próximos días y facilitará a los empresarios llenar las plazas laborales pendientes.

La migración a España aumentó drásticamente en los últimos años.

Entre los principales beneficiados, están los estudiantes extranjeros matriculados en una institución española. Hasta hoy, quienes tenían visa de estudiante en España no podían trabajar para costear sus estudios y, con los cambios en la ley, podrán optar por un puesto formal que les permita dedicar hasta 30 horas a la semana.

Además, cuando un joven culmine sus estudios, podrá quedarse en el país un año más sin necesidad de ampliar su estadía en el territorio español. “Antes de la reforma, quien tenía un permiso por estudios, si trabajaba, lo hacía de forma irregular y esto no tenía ningún sentido”, explicó la directora de políticas migratorias de Instrategies, Gemma Pinyol-Jiménez.

La reforma en la ley permitirá a muchos trabajar regularmente en el país.

Las reformas, también, permiten que las personas que han permanecido en España durante un periodo mínimo de dos años, puedan obtener un permiso de residencia de 12 meses si se comprometen a realizar una formación reglada para el empleo, una figura para la que las autoridades se inspiraron en un modelo alemán. Este tipo de arraigo es el que más beneficia a los extranjeros que ya están en el país.

 

Cómo funciona el arraigo social

Otra forma de regularizarse en España es a través del arraigo social, para el que los migrantes deben demostrar tres años de residencia, además de una oferta de trabajo. El contrato no debe tener un tiempo de duración mínima, pero sí debe cumplir con el sueldo mínimo interprofesional.

Las personas que llevan mucho tiempo en España podrán aplicar a una residencia permanente.

El arraigo laboral, mientras tanto, también permite optar a la regularización. En este caso, se debe demostrar que ya se tuvo una relación laboral, aunque se haya trabajado sin contrato y cobrado, es decir en negro.