Covid-19

China contra el Covid-19: miles de clientes huyeron de una tienda en un intento de confinamiento

Las autoridades sanitarias confirmaron un contagio en el interior de las instalaciones.
martes, 16 de agosto de 2022 · 15:04

Las autoridades sanitarias de China detectaron un caso de Covid-19 en una tienda Ikea ubicada en Shanghái e intentaron cerrar las puertas en ese momento para poner en cuarentena a todos los compradores que se encontraban en el lugar.

El incidente fue reportado el fin de semana, luego de que se confirmara que uno de los presentes en la tienda estaba contagiado con el coronavirus. El personal de Ikea no pudo con la gran cantidad de personas que gritaban y corrían en busca de una salida para no quedar aislados por ser sospechosos de Covid-19.

Fuente: (South China Morning Post)

En redes sociales, se difundieron varios videos que evidenciaron el pánico en las instalaciones, donde los clientes lucían alterados y las fuerzas policiales intentaban restringir cualquier salida como medida de seguridad frente al Covid-19.

Algunas personas lograron salir del establecimiento, pero la gran mayoría se encerró desde las 20 horas del sábado hasta la medianoche y todos fueron trasladados a hoteles de cuarentena donde permanecerán hasta que se confirme o descarte el virus.

Las personas en la tienda fueron trasladas a un centro de aislamiento.

Zhao Dandan, subdirector de la Comisión de Salud de Shanghái, explicó que la tienda y la región afectada por el Covid-19 permanecerán cerradas durante dos días. Quienes residan cerca de la zona en cuestión tendrán que someterse hasta cinco días de vigilancia sanitaria para asegurarse que no están infectados.

 

Acostumbrados a cierres preventivos

Los residentes de Shanghái están acostumbrados a los cierres repentinos en las calles, como parte de la política de cero tolerancia impulsada por el gobierno de Xi Jinping. Las autoridades han aislado edificios enteros y varios centros urbanos para intentar limitar la circulación de la enfermedad.

China mantiene su política de cero tolerancia contra el virus.

La ciudad más poblada de China amplió el requisito de realizar una prueba semanal del virus y extendió los testeos gratuitos hasta fines de septiembre. Quienes no tengan constancia de someterse a las pruebas en un plazo de siete días, reciben un código de seguridad que se conmuta en el sistema sanitario y prohíbe su acceso a espacios públicos.