Los allanamientos a Donald Trump desencadenaron amenazas al FBI y llamados a una guerra civil

A través de redes sociales, las autoridades de Estados Unidos han detectado un aumento de las amenazas y presuntos planes en contra de agentes del FBI (Buró Federal de Investigaciones, en español), debido al allanamiento en Mar-a-Lago, la residencia del expresidente Donald Trump en Florida.

La mayoría de foros donde se han identificado planes en contra del buró están relacionados a la extrema derecha y a seguidores del exmandatario. El DHS (Departamento de Seguridad Nacional, en español) reveló un documento de inteligencia que se formuló ante las recientes amenazas por los dichos de Donald Trump sobre el procedimiento en su casa.

Las autoridades ya identificaron varias advertencias contra personas específicas; incluso, al juez federal que aprobó la orden de allanamiento para residencia de Donald Trump y, también, contra el fiscal general de Estados Unidos.

El documento sugiere a las instituciones de seguridad que se mantengan alerta y sean conscientes de los problemas relacionados con los extremistas que incitan a la violencia. Se pidió a los agentes del FBI que eviten a los manifestantes y se aseguren de que sus tarjetas de identificación no sean visibles fuera de los espacios de la entidad.

Mientras Donald Trump ha asegurado que el FBI intentó plantar pruebas en su casa y quiso apagar las cámaras de seguridad, las autoridades lograron incautar una gran cantidad de archivos durante el allanamiento; la mayoría resultaron ser ultrasecretos y no debieron salir de la Casa Blanca.

Documentos comprometedores

Entre las páginas que se llevó el FBI de Mar-a-Lago hay una nota escrita a mano y el indulto que le dio el ex jefe de Estado a Roger Stone, uno de sus aliados. Los federales encontraron carpetas con fotografías y documentos que serán evaluados a profundidad ya que se cree que el exfuncionario transgredió una ley de espionaje estadounidense.

Luego del allanamiento, varios agentes del FBI reportaron la recepción de amenazas a través de llamadas telefónicas, redes sociales u otras formas de comunicación. En algunos casos se identificó a familiares como objetivos adicionales.