MÉXICO
Sigue la espera para el rescate de diez trabajadores atrapados en una mina de México
El accidente fue hace cinco días y las labores de excavación se han complicado.
Las familias de los diez mineros que continúan atrapados en una mina de carbón del estado de Coahuila, al norte de México, no pierden la esperanza de un rescate próximo, pese a que las condiciones se vuelven cada vez más desfavorables.
El accidente en el territorio azteca fue el miércoles por la tarde, cuando los involucrados realizaban tareas de excavación y se produjo un importante derrumbe en el túnel. De acuerdo a las autoridades de México, al menos tres posos de la mina El Pinabete resultaron inundados.
En las operaciones para el rescate de los mineros participan más de 300 personas, entre ellos buzos, soldados, la unidad canina de la policía y otros profesionales que dan apoyo logístico, médico y psicológico a los familiares en la zona. Desde el momento del incidente, los trabajadores permanecen incomunicados y los cuerpos de socorro de México presentan informes constantes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador visitó la zona del derrumbe el domingo y se comprometió a impulsar una investigación sobre las condiciones laborales en el rubro. “Primero el rescate, despreocúpense de lo otro, que va a haber justicia. No nos vamos a olvidar, vamos a ayudar siempre”, expresó el mandatario.
La Fiscalía General de México informó que desde el 5 de agosto se abrió una investigación sobre delitos federales que podrían estar vinculados al derrumbe en Sabinas. “Se desarrolló un plan de trabajo con tareas de criminalística de campo, fotografía forense, entrevistas de testigos, identidad de propietarios, ocupantes de la mina o pozo carbonero”, dice el informe del Ministerio Público.
La principal preocupación: el agua
Algunos medios de comunicación del país aseguran que los rescatistas encontraron menos agua en la mina; sin embargo, otros dicen que los buzos no pudieron ingresar por la inundación, para lo que resultan insuficientes los equipos de bombeo.
Al momento del derrumbe, cinco mineros lograron escapar y narraron el estruendo que se escuchó en la zona de los pozos. “En ese momento, todos corrimos a la boca del pozo y se escuchaban los gritos de los compañeros que quedaron abajo”, explicó Sergio Martínez, uno de los trabajadores presentes.
