China

Arqueólogos dudan en abrir la tumba del primer emperador de China

El cuerpo del primer emperador se encuentra en su mausoleo y nunca fue visto.
domingo, 22 de enero de 2023 · 21:21

Hace aproximadamente 2.200 años, el primer emperador de la China unida, Qin Shi Huang, mandó a construir su propio mausoleo. Esta obra arquitectónica demandó la mano de obra de unos 700.000 trabajadores y demoró 30 años en completarse, aunque el resultado fue una de las construcciones más importantes de la antigüedad.

Por otra parte, en el año 1974, dos agricultores de la provincia china de Shaanxi, al centro este del país, excavaban un pozo con el fin de hallar agua para sus cultivos, cuando a tan solo cinco metros de profundidad dieron con una forma circular hecha de terracota. Al encontrarse con esta construcción antinatural dieron aviso a las autoridades.

Retrato de Qin Shi Huang, primer emperador de la China unificada.

Lo que habían encontrado era ni más ni menos que el mausoleo del primer emperador de China, donde fueron construidos en escala real y con detalles individuales 7.000 figuras de terracota de soldados con su equipamiento, funcionarios del imperio, caballos con carretas de guerra, acróbatas y diversos animales. Esto constituyó para los arqueólogos el hallazgo más importante del siglo XX.

La necrópolis fue explorada casi en su totalidad, sin embargo, aún queda por investigar la tumba del emperador Qin Shi Huang, la cual nunca fue abierta. Los arqueólogos dudan en llevar a cabo las tareas de investigación debido a que ni siquiera con la tecnología actual se puede desvelar los secretos del emperador sin técnicas invasivas que, seguramente, culminen en destruir material con un valor histórico incalculable.

8.000 soldados del Ejército de Terracota.

 

La muerte del unificador de China

El primer emperador falleció cuando realizaba un viaje hacia las legendarias islas de los inmortales (más allá de la costa este) buscando el secreto de la vida eterna. La causa de muerte fue la ingesta de un brebaje de Jade y Mercurio entregado por los alquimistas de la Dinastía Qin, quienes suponían que le otorgaría la vida eterna al primer emperador, sin embargo, esta mezcla le causó un fallo hepático y muerte cerebral. El fallecimiento del dirigente fue ocultado por dos meses para evitar un levantamiento armado.

Mercurio, parte del brebaje de la inmortalidad suministrado al primer emperador.

Debido al secretismo que caracterizaba al emperador, su asesor Li Si fingió por dos meses entrar a la diligencia de Qin Shi Huang para discutir asuntos de política, engañando al elenco imperial hasta que llegaron a Xiangyang, donde finalmente se dio la noticia. Li Si también ordenó que dos carros que contenían pescado se llevaran inmediatamente antes y después de la diligencia del primer emperador para camuflar el nauseabundo olor del cuerpo putrefacto.