Brasil: aumenta el número de traslados de niños yanomamis es estado grave

La semana pasada, el Gobierno de Brasil, presidido por el presidente de izquierda, Lula da Silva, desde el 1° de enero reveló un informe oficial donde manifiestan la muerte de al menos 99 menores de edad de la comunidad indígena yanomamis. Estos infantes y adolescentes fallecieron por desnutrición, malaria, neumonía, intoxicación por mercurio y paludismo, debido principalmente a la desatención del Gobierno anterior de Jair Bolsonaro.

Mediante la desfinanciación de las políticas de preservación de los recursos de las tierras de indígenas, tanto mineros como madereros, además de la nula asistencia sanitaria a la comunidades que habitan Brasil, el expresidente Bolsonaro permitió el avance de la deforestación y minería ilegal en tierras protegidas. En estos pueblos, las autoridades competentes hallaron casos de desnutrición grave, malaria e infecciones respiratorias, entre otras enfermedades.

Por esta desatención, el Gobierno de Brasil destituyó a 54 personas entre funcionarios, jefes regionales, coordinadores y militares. Una semana después, el número de hospitalizaciones de infantes yanomamis en grave estado se incrementaron solicitando a la única empresa aérea que brinda servicio de rescate a realizar hasta 16 vuelos en un solo día. Los niños y niñas yanomamis de la región amazónica de Roraima fueron trasladados al único hospital pediátrico de Boa Vista.

En este hospital, hasta el viernes, estaban ingresados 59 menores de edad, de los cuales, 45 son yanomamis. La mayoría padece malaria, neumonía, diarrea aguda o desnutrición grave, por lo que el Gobierno declaró la emergencia sanitaria “de importancia nacional”, posibilitando el envío de médicos, alimentos y medicinas a la región.

Por su parte, el Ministerio de los Pueblos Indígenas estima que al menos 570 niños y adolescentes yanomamis fallecieron en los últimos años por contaminación de mercurio, desnutrición y hambre. Los yanomamis están en la región amazónica en el extremo norte del país y en la frontera con Venezuela, teniendo diez millones de hectáreas ocupadas, constituyendo la mayor reserva del gigante sudamericano.

Palabras de Lula 

Por su parte, el presidente Lula da Silva, tomó cartas en el asunto al momento de conocerse el informe oficial que describe la muerte de casi un centenar de yanomamis. En palabras del mandatario “más que una crisis humanitaria, lo que vi en Roraima fue un genocidio. Un crimen premeditado contra los yanomami, cometido por un gobierno insensible al sufrimiento del pueblo brasileño”.

Posteriormente, echó a 11 coordinadores de la Secretaría de Salud Inígena (SESAI), además de 43 jefes estatales de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (FUNAI). La protección y asistencia médica de los pueblos indígenas de Brasil compone una parte crucial del compromiso de campaña hecho por Lula donde pretende reducir el impacto climático que produce la tala indiscriminada y minería ilegal.