Intervención hospitalaria al expresidente Jair Bolsonaro

El expresidente de Brasil e inspirador de la reciente toma del Congreso, destrucción de ministerios e intento de golpe de Estado contra el gobierno de Lula da Silva, Jair Bolsonaro, fue hospitalizado por una obstrucción intestinal parcial en Estados Unidos, país donde se encuentra desde el 31 de diciembre de 2022.

El exmandatario está internado en AdventHealth Celebration, hospital ubicado en la región de Orlando, Estado de Florida, y de acuerdo a su parte médico, no requiere intervención quirúrgica. En primera instancia, los medios de Estados Unidos y su esposa comunicaron el ingreso de Jair Bolsonaro a la unidad de salud mencionada.

Antonio Luiz Macedo pronunció que “el cuadro médico que presenta (Jair Bolsonaro) es de suboclusión intestinal y probablemente no debería ser necesaria la cirugía”. Por su parte, Michelle Bolsonaro publicó en su cuenta de la red social Instagram que el ex jefe de Estado “está en observación en el hospital” por una “secuela de la cuchillada” que le dieron en 2018, algo que lo obligó a pasar por diversas intervenciones.

Esta intervención hospitalaria ocurre un día después de los actos violentos en los que incurrieron sus simpatizantes, donde asaltaron los edificios de Planalto, el Supremo Tribunal Federal, el Congreso de la Nación y dos ministerios. En declaraciones mediante la red social Twitter, Bolsonaro se desligó de los manifestantes que intentaron llevar a cabo un golpe de Estado contra el electo Lula da Silva.

Desmontaron los campamentos de los golpistas

Las autoridades brasileñas lograron desmontar de manera pacífica varios de los campamentos bolsonaristas, que funcionaban como cuartel general al momento de la invasión al Congreso de la Nación. Ricardo Cappelli, secretario general del Ministerio de Justicia, mencionó que “desactivamos el campamento que sirvió como cuartel general de los inaceptables actos antidemocráticos de ayer (8 de enero)”.

Este secretario está a cargo de la seguridad en el distrito de Brasilia, principal región afectada por los fanáticos bolsonaristas de extrema derecha, por orden del actual presidente de Brasil Lula da Silva, quien además prohibió el regreso de los manifestantes terroristas. A pesar de las declaraciones de Capelli, fueron nueve los campamentos desmantelados, en los cuales fueron arrestados 1.200 simpatizantes de Bolsonaro.