A partir del 20 de agosto los alimentos advertirán su contenido de azúcares, grasas y calorías

Desde el próximo 20 de agosto, en todas las góndolas de los supermercados, los alimentos deberán contar con un sello frontal de identificación y advertencia sobre el contenido de azúcares, grasas y calorías.

Esto en el marco de la reglamentación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, la cual obliga a las empresas a informar, mediante un etiquetado frontal en cada uno de sus productos, los componentes nocivos que pueden tener los alimentos y que pueden ser perjudiciales para la salud.

De esta manera, los consumidores pueden conocer de primera mano y en detalle la información nutricional de los alimentos que compran, con el fin de garantizar el derecho a la salud y a una alimentación saludable.

En este sentido, las empresas alimenticias deben etiquetar en sus productos la cantidad de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, calorías y sodio, y advertir si alguno de estos componentes viene en exceso.

Los sellos serán frontales, en forma de octógonos o rectángulos, y contarán con leyendas claras y precisas para que el consumidor pueda elegir si compra o no el producto al conocer su información nutricional.

Según lo dictaminado por el Ministerio de Salud, la implementación de las etiquetas en alimentos envasados y bebidas se hará de forma gradual y en dos etapas y alcanza tanto a grandes como a pequeñas empresas.

En este sentido, de acuerdo con el cronograma establecido, desde el 20 de agosto las grandes empresas deberán comenzar a distribuir y comercializar sus productos con el etiquetado frontal, mientras que las compañías más pequeñas tendrán plazo hasta el 20 de febrero de 2023 para hacerlo.

Cómo será el etiquetado frontal

La ley obliga a las empresas alimenticias a brindar información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas no alcohólicas, con el fin de prevenir la malnutrición y reducir los casos de enfermedades crónicas no transmisibles derivadas de una mala alimentación.

En este sentido los productos deben contar con sello en forma de octágono, color negro con letras blancas, que ocupe el 5% de la cara principal del envase. El sello debe señalar los nutrientes en exceso, como, por ejemplo, "exceso en azúcares". Además, habrá advertencias especiales en los productos no aptos para niños por su alto contenido de edulcorantes o cafeína.