Alcoholemia
23° edición del operativo Alcoholemia Federal en todo el país
La última edición arrojó datos alentadores y la presencia de controles también ayuda a concientizar.
El Ministerio de Transporte llevó adelante este sábado la 23° edición del operativo Alcoholemia Federal, que coordina el trabajo entre la Nación, provincias y municipios a través de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) junto a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
La jornada para desalentar y concientizar sobre el consumo de alcohol al volante del mes de septiembre obtuvo resultados estadísticos favorables. Solo el 1% de los conductores controlados circulaban superando los límites permitidos de alcoholemia, mientras que el otro 99% registró alcohol cero.
Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de ANSV dijo que “la Alcoholemia Federal es una medida efectiva que se consolida mes a mes gracias al compromiso de todas las jurisdicciones en la búsqueda de reducir la siniestralidad vial generada por el alcohol”. Además, la fuerte presencia de controles también influye como herramienta de concientización.
“El control tiene la inmediatez de poder evitar que un conductor que no está condiciones de hacerlo siga circulando, pero también funciona como herramienta de concientización para entender el riesgo innecesario que asume alguien cuando se sienta alcoholizado frente a un volante, tanto para sí mismo como para otros, que pueden ser su familia, amigos, o cualquier persona con la que comparta la vía pública”, afirmó el Carignano.
Anteriormente, el 12 de octubre, el proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante impulsada por la ANSV logró un dictamen favorable de los diputados que integran la comisión de Transporte. Es por ello que la iniciativa deberá ser tratada en la comisión de Seguridad Interior y en caso de avanzar, será debatida en la Cámara de Diputados. Luego, en caso de obtener media sanción, seguirá su recorrido hacia la Cámara de Senadores.
Problemáticas que causa el alcohol al volante
Se explicó además que, al consumir alcohol, aunque sea en pocas cantidades, disminuyen las capacidades motoras y de visión, también se altera la toma de decisiones y se ralentizan los reflejos, así como la atención y la agudeza visual.
Por otra parte, el consumo de alcohol puede provocar una falsa sensación de seguridad y la perdida de inhibiciones, es por esta situación que se exponen conductas temerarias como exceder la velocidad permitida y/o no utilizar cinturón de seguridad o casco.
