ATE le marcó la cancha a Javier Milei tras el avance del “plan motosierra”
Semana crucial para Javier Milei.
En un reciente anuncio que ha resonado en los círculos políticos y sociales de Argentina, el presidente Javier Milei confirmó que el Gobierno dará de baja 70 mil contratos de empleados públicos, dando avance al plan motosierra que comenzó el pasado 10 diciembre.
Esta medida, que forma parte de un esfuerzo más amplio por alcanzar el déficit cero, ha generado una respuesta inmediata y contundente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que amenazó con un paro general en el caso que Javier Milei haga efectivo sus palabras.
La decisión de reducir la plantilla del sector público se enmarca dentro de las políticas de austeridad que el gobierno de Milei ha estado implementando desde su llegada al poder. Según el presidente, estas medidas son necesarias para corregir desequilibrios fiscales y promover una economía más sostenible.
Sin embargo, la magnitud de los despidos ha sorprendido a muchos, incluyendo a ATE, que esperaba un número significativamente menor de contratos no renovados. La reacción de ATE no se hizo esperar. El gremio, que representa a los trabajadores estatales, ha expresado su profunda preocupación por el impacto que estos despidos tendrán en los servicios públicos y en la vida de miles de familias.
Además, ATE ha criticado lo que considera una falta de diálogo y negociación por parte del gobierno antes de tomar una decisión de tal envergadura. En respuesta a la medida, ATE ha anunciado un paro de 48 horas que afectará puertos, aeropuertos y aduanas, amenazando con paralizar el comercio internacional.
Este paro es visto como una advertencia al gobierno de que el sindicato está dispuesto a tomar medidas drásticas para proteger los derechos de sus integrantes y para pelear contra lo que perciben como una política de ajuste que afecta desproporcionadamente a los trabajadores.
En el ojo de la tormenta
Javier Milei, por su parte, ha defendido la decisión como un paso necesario para restaurar la salud fiscal del país. En un foro económico, el presidente habló sobre la importancia de eliminar el gasto público ineficiente y aseguró que estas bajas son parte de un plan más grande para reformar el estado y estimular el crecimiento económico.
La situación plantea un desafío significativo para el gobierno de turno. Por un lado, debe manejar las consecuencias económicas y sociales de una reducción tan masiva de la fuerza laboral estatal. Por otro lado, debe enfrentar la creciente presión sindical y social que exige protección para los trabajadores y sus familias.
