Un gran amor: la historia del admirado romance de Arturo Puig y Selva Alemán

En el mundo del espectáculo hay historias de amor que impactan por las polémicas, el entorno que los rodea o por cómo se llevan a cabo. La historia de Arturo Puig y Selva Alemán es digna de convertirse en una película de amor con sensacional éxito.

Arturo Puig y Selva Alemán se conocieron en 1974, cuando convocaron al galán a ser parte de la ficción "Fernanda, Martín y nadie más". Producto de su protagonismo y nivel en esa época, le dieron la oportunidad de elegir quien sería su acompañante en el elenco y el decantó por Selva, quien era de las actrices emergentes del momento y era de sus favoritas.

Cuando comenzaron con las grabaciones, la química era total. Juntos conformaban una dupla pasional que conquistaba la pantalla, pero a la vez ese amor y esa pasión de la fantasía comenzaba a tornarse en realidad. Conscientes de la situación, un día la intérprete le sugirió a Arturo Puig tomar un café para hablar de sus sentimientos y de lo que podrían hacer, porque ambos se encontraban casados y con familia.

"Lo nuestro fue inevitable, estuvimos un año y medio luchando en contra de la pareja, poniéndonos en la cabeza que lo nuestro no podía ser. Los dos estábamos casados, pero no hubo manera, no podíamos estar separados", confesó años atrás la actriz. Una vez que pudieron hablar con sus parejas de aquel entonces, rompieron sus vínculos y se lanzaron al romance.

Un comienzo complejo

A pesar de que Selva y Arturo sentían un gran amor mutuo, los primeros años se cargaron de nubarrones y no sabían cuánto durarían juntos, a tal punto de que tuvieron que pasar por terapia de pareja y un tiempo se distanciaron sin contarlo a la prensa. Pese a todo, pudieron sortear los obstáculos y salir adelante. 

La vida le dio un gran vuelco a Arturo Puig gracias a "¡Grande, Pa!", una de las ficciones más vistas de la historia de la televisión argentina que aún logra que la gente recuerde lo vivido con dicha comedia de los noventa. Después del éxito, vino un parate forzado del actor porque había quedado muy pegado al personaje.

Desde entonces hasta ahora, Puig decantó por aceptar ofertas mucho más complejas como obras dramáticas y acercarse a la dirección teatral, donde encontró su nicho exitoso y se dio el lujo de volver a actuar junto a Selva.

En 2001, la pareja consagró a su amor en un registro civil. “Seguimos enamorándonos, nos divertimos, compartimos proyectos y salidas y también discutimos y nos peleamos”, declaró la actriz en una reciente entrevista. A la hora de reflexionar, el gran debe de este matrimonio es el de ser padres juntos. A pesar de en su momento ser un dolor muy grande, hoy disfrutan de cuidar a sus nietos y del amor inoxidable que llevan desde hace décadas.