Rodolfo Barili contó el motivo de su alegría en un día muy especial que lo marcó para siempre

Desde hace un tiempo, Rodolfo Barili dejó de lado su perfil profesional distanciado del foco mediático para animarse a mostrar un poco más de su vida privada a través de las redes sociales. Hoy, 25 de mayo, contó que está celebrando un evento muy importante que lo marcó para siempre.

Detrás del conductor de "Telefe Noticias" hay un hombre que ama a sus dos hijos, Dante y Benicio, recientemente comprometido con su novia y fanático de San Lorenzo. Por supuesto, el aislamiento por la pandemia de coronavirus también hace que extrañe a su familia y, por eso, este martes quiso dejarle un mensaje muy tierno a una persona especial.

Ya conocemos a su madre Antonia, a quien solo vio un par de veces desde el año pasado por las restricciones sanitarias y para no exponerla al virus, ya que su trabajo esencial exige la presencialidad. Además, Rodolfo tiene una hermana que hoy está festejando un nuevo año de vida, a quien aprovechó para dejarle unas palabras en sus redes.

"Feliz cumple, hermana mía. Feliz cumple, Sil", expresó Barili en Instagram Stories al subir un collage de un recuerdo de su niñez y una imagen más actual juntos. Sin dudas, el parecido es evidente y él se anima a abrir su corazón para que sus fanáticos conozcan a su familia.

Rodolfo y Silvina en su adolescencia 

El periodista de Telefe había relatado en un posteo en las redes que bailar folclore fue una de las cosas que más lo unió a su hermana, ya que ambos pertenecían a una academia y viajaban para competir en esta disciplina. "Qué superfelices éramos, hermana querida, bailando. Cuántos viajes, cuántas horas de ensayo, cuánto aprendizaje, cuánta autoexigencia. Bailamos muchos años folclore. Muchos. Nos encantaba hacerlo. Y siempre digo que aquella experiencia me sirvió para domar (en buena parte) mi atroz timidez", contó él. 

"Silvina siguió bailando. Luego, le sumó el tango. Baila como los dioses mi hermana. De las tantas cosas que admiro de ella. ¿Lo mío? A los 15 años llegaron las bandejas, los vinilos, el ser DJ del boliche de mi pueblo y la guitarras con sus amplificadores. Y allí quedaron arrumbados en la casa de mi mamá en Rauch (aún hoy lo están) los sombreros, las bombachas de gaucho y las botas de zapateo. Pero fue una etapa muy feliz. ¡Gracias, hermana de mi alma, por recordármelo hoy! Te amo", dijo el compañero de Cristina Pérez al subir una foto de ese momento de su vida que tanto disfrutó.