"Eso no me lo puedo perdonar": Matías Alé se sinceró sobre su realidad ante Luis Novaresio

Matías Alé fue uno de los invitados de lujo este domingo en el ciclo de Luis Novaresio, en donde se sinceró sobre su vínculo con su madre y recordó uno de los momentos más difíciles de su vida. "Me gustaría poder reconciliarme conmigo mismo", afirmó frente a los demás famosos.

"¿Qué es lo que más te reprochás?", consultó el conductor de "Debo Decir", por lo que el exnovio de Graciela Alfano reconoció: "Haberme distanciado de mi vieja por un tiempo. Eso no me lo puedo perdonar". "Te lo va a perdonar ella", le respondió Novaresio.

Matías admitió que actualmente la relación con ella es buena: "Ya me lo perdonó, pero yo acá lo tengo (en su corazón). Con ella, con mi hermano, con mi familia, pero yo me reprocho mucho los años que no estuve". "¿Cuánto tiempo estuviste así?", quiso saber el presentador y él contestó: "Muchos, me da vergüenza decirlo, no porque no sepa las fechas. Más de cinco o seis años seguro".

"Yo creo que uno hace lo que puede. Obvio que te está viendo Elena, decile algo, lo que te salga", intentó empatizar Luis. Cuando llegó el momento de que Alé le dijera algo a su progenitora frente a las cámaras, él se sinceró: "Ya lloré mucho en mi cumple, pero bueno. Perdón y gracias".

Sobre su peor momento

El panelista de "Polémica en el Bar" recordó que pudo superar dos brotes psicóticos y comentó los consejos de su madre: "Mi vieja me decía: 'Disfrutá que tenés un presente inmejorable'. Yo salgo a la calle y me siento Gilda, te juro, porque la gente se me acerca, me da un rosario, agua bendita, me recomienda médicos. Mi vieja me dice: 'Estás transitando tu segunda oportunidad. La primera oportunidad te la dan, la segunda te la ganás y la tercera ya no existe'. Todos los días me pone mi vieja: 'Vos pudiste'".

"Estoy transitando esta segunda oportunidad y la cuido muchísimo. Entonces, estar acá hoy es un regalo para mí", afirmó el actor. Finalmente, recordó con dolor: "Los últimos cuatro años, después de mi segunda internación y de volver a trabajar yo vivía en la casa de ella. Me acuerdo que me acostaba a dormir y ella venía, se arrodillaba al lado de la cama y me acariciaba la frente. Yo le decía: 'Vieja, que no me pase de vuelta, que no me agarre'. Es un fantasma que te agarra y además está bueno volverse loco, salirse de lo terrenal. No es apología a la locura, yo estuve ahí dos veces. Yo vivo en Disney porque tengo esa conexión con algo más importante de lo que vemos a diario y se puede salir".