Conmovedor: Ingrid Grudke volvió a la residencia familiar y al sitio donde sufrió una gran pérdida

En estos tiempos en que se la ve feliz, de regreso a sus pagos en la localidad de Oberá en Misiones, puede parecer mentira que hace cinco años, allí mismo, Ingrid Grudke haya sufrido uno de los hechos más graves que le tocaran vivir.

Y es que allí en esa lujosa casona con campo donde pasó la cuarentena y donde decidió vivir con su pareja, el empresario marplatense Martín Colantonio, la modelo padeció algunas muertes muy cercanas.

Por lo pronto a fines del 2020 se cumplieron cinco años de la muerte de su hermano Freddy, tal como contó en el programa de Juan Etchegoyen en “Mitre Live”.

Cuando pienso en él me da alegría. Era una persona de mucha luz. Cuando él se fue, la mitad de Oberá estuvo en su velorio

Ingrid relató que su hermano padecía una enfermedad llamada síndrome nefrótico y polineuropatía inflamatoria desmielinizante crónica y que fue un largo padecimiento. “Yo estuve todo el tiempo junto a él, lo acompañe en su enfermedad”, manifestó.

La modelo se confesó y aseguró que ella siempre estuvo cerca y que trato de hacer todo lo mejor como hermana. El vínculo era muy estrecho ya que se llevaban dos años de diferencia. “Se fue a los 37 años, muy joven”, manifestó.

El empresario se dedicaba a trabajar en la chacra familiar, aunque padecía problemas renales y se sometía a tratamiento de diálisis. Tras una descompensación, falleció. Y, tal como contó la misionera, casi todo el pueblo asistió al velatorio en la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá.

Allí también falleció su padre, a quien también despidió en plena cuarentena. La modelo pidió un permiso para viajar a despedirlo.

De vuelta a otro amor

Lo cierto es que después de pasar varios meses en la cálida Misiones, llegó el invierno y Ingrid decidió que era el momento de viajar a la Patagonia y disfrutar de uno de sus  deportes preferidos, el esquí.

En varios medios mencionó que estaban dadas las condiciones del cerro y el clima acompañaba para lograr algo que siempre quiso hacer. Y es que la última bajada la realizó en traje de baño.

De esta manera, me despido de la montaña ¡y de este lugar maravilloso! Y muy feliz de que, de a poco, todo vuelva a funcionar