“Había una amenaza de muerte”: una figura de El Nueve contó lo que nadie esperaba

Hace unas horas, Susana Roccasalvo, una de las figuras más relevantes de El Nueve, le brindó una entrevista a Catalina Dlugi para su programa “Agarrate Catalina” en donde contó una aterradora historia. La presentadora recordó un episodio que vivió hace varios años, cuando hacía el programa “Rumores” con Carlos Monti en el viejo Canal 9.

En un momento de la charla, la figura de El Nueve contó que sufrió el acoso de un enfermo psiquiátrico. “En el año 2001, yo estaba en Canal 9, me llamaba un muchacho que me dejaba mensaje de voz. Se había enamorado de mí”, expresó la presentadora de “Implacables”, uno de los ciclos más vistos de la señal que pertenece al Grupo Octubre. Igualmente, expresó:

Yo no le contestaba y terminó diciéndome porque vos vivís en la calle Thames, dirección, piso y te voy a matar a vos y a tu hija.

Luego la conductora de El Nueve comentó que su abogado intervino el teléfono y se supo que los llamados provenían de la provincia de Mendoza. Del mismo modo, la estrella del canal añadió: “Era un paciente psiquiátrico, pero con una adicción a las drogas que había salido después de mucho tiempo de estar internado”.

En ese momento, la empleada de El Nueve le reveló a Catalina que lo llamó la madre del hombre para que levante la demanda. Asimismo, indicó: “Pero como había una amenaza de muerte y él tenía todos (los datos) quedó otra vez internado. Yo qué sabía si salía y me mataba”. Segundos después, Roccasalvo comentó que los llamados eran los sábados y domingos, nada más.

Susana habló de su vida privada

En el mismo contexto, la periodista de El Nueve habló de su vida privada y contó que está en pareja. “Tenemos un arreglo juntos de no hacerlo público, de cuidar nuestros tiempos, de encontrarnos, vernos”, explicó Susana. Al mismo tiempo, sumó: “La relación me interesa mucho más de lo que piensan los demás, por eso voy muy de a poquito”. Además, completó:

No nos vemos muy seguido, pero tenemos comunicación constante. Hay que ver si me lo banco, y más, si él se banca el zoológico en el que estoy inmersa.