China e Irán firmaron un estratégico acuerdo de cooperación por 25 años: de qué se trata

La relación estratégica de los dos principales rivales de Estados Unidos quedó sellada hoy. Los cancilleres de Irán, Mohamad Yavad Zarif, y de China, Wang Yi, firmaron hoy en Teherán un acuerdo de cooperación estratégica, tanto a nivel económico como político, por 25 años. A grandes rasgos, el pacto prevé inversiones chinas a cambio de combustible iraní.

El acuerdo “promoverá aún más la asociación estratégica integral entre Irán y China y creará prosperidad para las dos naciones”, aseveró el Ministerio de Exteriores de Irán en su cuenta de la red social Twitter. Sin dar más detalles, la Cancillería subrayó que “el documento se centra en las capacidades y perspectivas para la cooperación bilateral entre ambos países en varias áreas, incluyendo el sector económico y cultural, entre otros”.

El presidente del país persa, Hasan Rohaní, también se reunió con el diplomático chino. Allí, el mandatario hizo énfasis en la “necesidad de acelerar la implementación de los acuerdos sobre importantes proyectos de infraestructura y desarrollo”, según informó el sitio oficial de la Presidencia de Irán. En este sentido, lo poco que se sabe del tratado es que Pekín invertirá alrededor de 400 mil millones de dólares en los sectores de energía e infraestructuras en la República Islámica. Teherán, por su parte, garantizará a China un abastecimiento estable de petróleo y gas a precios competitivos.

Fuente: (EFE)

Rohaní agradeció al jefe de la diplomacia china por su apoyo a Irán frente a las sanciones unilaterales de Estados Unidos. Es que, pese a las sanciones impuestas por Washington, China utilizó distintos métodos para esquivarlas y continúa comprando petróleo a Teherán. El acuerdo firmado hoy había comenzado a moldearse en 2016, tras la visita del presidente chino Xi Jinping. Allí, ambos mandatarios rubricaron 17 pactos de cooperación en casi todos los sectores. 

Controversias en torno al acuerdo

El camino hasta llegar a la firma de hoy no estuvo, sin embargo, libre de controversias. El año pasado, el Gobierno persa tuvo que dar explicaciones ante el Parlamento por las acusaciones de que Irán iba a “regalar” sus hidrocarburos a Pekín, así como también alguna isla del golfo Pérsico. Con el hashtag “Irán no está a la venta”, circularon en las redes sociales denuncias al Gobierno. No obstante, todos estos rumores fueron desmentidos por Rohaní, quien aseguró al Congreso que el pacto era beneficioso para ambas naciones.