Demonios de Tasmania causaron estragos en Australia: aniquilaron a todos los pingüinos de una isla

Una población de más casi 3 mil parejas de pingüinos azules desapareció de la Isla María en Australia luego de que fueron atacados por demonios de Tasmania que compartían ese mismo hábitat natural. Ahora, ese territorio ha perdido a una de las principales especies que lo habitaban, lo que genera preocupación entre los activistas defensores del medioambiente.

Los pingüinos azules que viven en las costas del país insular son los más pequeños del mundo; por eso, también se los conoce como pingüinos enanos. Es muy raro que sobrepasen los 40 centímetros de altura y su peso no suele ser superior a un kilogramo.

Según mencionó la organización BirdLife Tasmania, toda la población de aves fue aniquilada por los mamíferos depredadores, lo que podría causar desbalances en el ecosistema de la isla. Sin embargo, señalaron también que se trata de una actitud común de estos animales, que “responden a su propia naturaleza”.

Impacto catastrófico

Los demonios de Tasmania son una especie que se encuentra bajo el cuidado permanente de los grupos proteccionistas. Entre 2012 y 2012, una población de estos animales fue introducida en la isla de Australia con el propósito de aumentar la cantidad de ejemplares de su población.

Si bien ese objetivo se logró, ya que para 2016 la cantidad de marsupiales aumentó en por los menos cien ejemplares, generó una catastrófica consecuencia sobre la población de pingüinos azules, que han desaparecido completamente del lugar.

“Cada vez que el ser humano ha introducido mamíferos en las islas oceánicas, de forma deliberada o accidental, el resultado ha sido siempre el mismo: un impacto catastrófico en una o más especies de aves”, señalaron desde la organización BirdLife Tasmania.

Este efecto contraproducente ya había sido advertido por Departamento de Industrias Primarias, Parques, Aguas y Medio Ambiente de Tasmania a las autoridades de Australia. En 2011 emitieron un reporte en el que alertaron que la introducción de los marsupiales podía tener serias repercusiones sobre la población de pingüinos. Finalmente, el pronóstico se cumplió.