Mar Negro

Conflicto en el Mar Negro: Rusia lanzó la primera ofensiva contra un barco británico

El lugar en tensión pertenece al país desde el 2014, aunque hay discusiones sobre su legalidad.
miércoles, 23 de junio de 2021 · 09:31

El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó durante este miércoles que un buque de guerra nacional lanzó los primeros disparos de advertencia contra un barco destructor británico, con el objetivo de obligarlos a abandonar las aguas rusas cercanas a Crimea en el Mar Negro.

La Federación rusa destacó que en principio había enviado un aviso al destructor de misiles británico, Defender, sobre su intrusión en aguas rusas, pero al ser ignoradas decidió lanzar bombas delante del barco británico para persuadirlo y obligarlos a cambiar su rumbo.

La ofensiva de Rusia y su avisaje se concretó desde su avión, Su 24, así como por barcos de guerra rusos, adelantaron los medios de comunicación locales, según el comunicado del Ministerio de Defensa: “Defender recibió una advertencia preliminar de que se usarían armas si se traspasaban las fronteras estatales de la Federación de Rusia. No reaccionó a la advertencia”, informaron.

Por lo tanto, un “barco de patrulla fronteriza” y un avión lanzaron cuatro “disparos de advertencia”, frente al camino de la nave Defender, confirmó el organismo nacional y subrayó que luego del ataque, el barco británico abandonó las aguas rusas y puso fin al incidente.

 

El lugar del conflicto está en la mira

La ofensiva de Rusia sobre la intimidación del barco destructor de misiles británico fue en la costa del cabo Fiolent en Crimea, territorio que Rusia anexó a la península de Ucrania en 2014. Aunque este movimiento no fue reconocido por la mayoría de los países del mundo.

Según los medios de comunicación locales, en el territorio en disputa del Mar Negro, hay presencia de barcos Turquía, Grecia, Rumanía y Bulgaria. Sin embargo, las alarmas en el país ruso se encendieron ante el avisaje de buques de guerra de Estados Unidos, Reino Unido y otros aliados de la OTAN que han vuelto más frecuentes y es calificada por Rusia como “desestabilizadora”.