POLONIA

El infierno en Polonia: la historia detrás del comienzo de la Segunda Guerra Mundial

Hitler planificó durante meses la campaña que le abría las puertas de Europa al nazismo.
miércoles, 1 de septiembre de 2021 · 12:23

Polonia. 04:45 horas del 1 de septiembre de 1939. El antiguo acorazado alemán Schleswig-Holstein, que desde hacía días merodeaba cerca de las aguas polacas, se acerca “de buena voluntad” a una guarnición del ejército de ese país. Los soldados que custodian el paso internacional en la guarnición de Westerplatte, que conecta Danzing (hoy Gdansk) con el mar Báltico disparan sin dudarlo. El acorazado germano “se defiende del ataque” y dispara con sus enormes cañones. Sin saberlo, esa acción comenzaría un conflicto que se extendió hasta 1945 y que es recordado por la humanidad como la Segunda Guerra Mundial.

“Esta noche, soldados regulares polacos han disparado por primera vez contra nuestro territorio”, mentiría el canciller alemán, Adolf Hitler, que buscaba extender el “espacio vital alemán” (o Lebensraum) a todas las zonas de habla germana circundantes. Ya Checoslovaquia, Austria y Hungría habían sido anexadas. Con el pretexto de recuperar la península de Danzing, quitada a Alemania después del Tratado de Versalles, los alemanes incursionan sobre Polonia, un hecho que colmaría la paciencia de Inglaterra y Francia, que decidieron iniciar un conflicto bélico contra el nazismo, que se extendía sobre la indefensa Europa de posguerra.

Aproximadamente 16 mil soldados alemanes murieron en la Campaña de Polonia.

A las 5:45 del mismo día, un contingente de soldados alemanes de la Wehrmacht (Fuerza Armada Alemana), situados en la frontera con Polonia, elevaba con entusiasmo la barrera que separaba ambas naciones. Una reconocida fotografía capturó el histórico momento en el que las fuerzas de vanguardia nacionalsocialista irrumpieron en el país vecino.

El mundo atónito presenció el poderoso avance de las tropas alemanas sobre Polonia en un despliegue militar nunca visto; en él se utilizaron enormes e innovadores carros de combate, aviones y nuevos tipos de armamento que hacían casi infructuosos cualquier intento de confrontación con los soldados de Hitler. El pacífico país europeo se convirtió en el primer gran afectado por la Segunda Guerra Mundial.

Meses atrás, la cúpula del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (en alemán, NAZI) gestaba con inteligencia cada detalle de la futura operación “Caso Blanco” (Fall Weiss), que tenía como finalidad la anexión de Polonia y que terminó seis años después con el mundo en llamas, Europa y Asia parcialmente destruidas, y más de 60 millones de personas fallecidas.

La gran capacidad de comunicación establecida por los alemanes les permitieron coordinar movimientos simultáneos de tropas.

 

La operación Caso Blanco

Con Inglaterra, Francia y Rusia atentos ante cualquier intento de dominación por parte de Alemania, el Alto Mando de la Wehrmacht sabía que no podía permitirse extender un conflicto armado en los frentes orientales y occidentales, por lo que necesitaría una buena excusa para justificar la expansión del “espacio vital” alemán hacia tierras polacas.

Para llevar a cabo este plan se debían iniciar hostilidades con Polonia antes de declararle formalmente la guerra, por lo que era fundamental hallar un “casus beli” que permitiera al ejército alemán poner en práctica su nuevo concepto táctico llamado “blitzkrieg” o “guerra relámpago”, que consistía en incursiones veloces y profundas lideradas por las unidades móviles blindadas.

Hitler debía convencer a los diplomáticos y políticos de los demás países europeos de que no deseaba entrar en guerra, por lo que los meses anteriores al 1 de septiembre de 1939 firmó pactos de paz con Gran Bretaña y Francia y les aseguró que sostenía discusiones con Polinia. Las potencias pidieron entonces a Polonia que no movilizara a su Ejército hacia la frontera ya que esto podía ser visto por los alemanes como una provocación.

Caso Blanco fue la primera operación militar de la Segunda Guerra Mundial. 

Otro gran temor para la Alemania nazi era la posibilidad de despertar la furia de los soviéticos, enemigos naturales de los fascistas. Sin embargo, el 25 de agosto, seis días antes de la invasión a Polonia, los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Mólotov, firmaron de forma secreta un inusual pacto de no agresión, que repartiría a la nación polaca entre las dos potencias.

Con todas las cartas a su favor, llegó el momento tan esperado por el führer. La madrugada del 1 de septiembre de 1939, se le ordenó al viejo acorazado alemán Schleswig-Holstein (ya que el Ejército no quiso comprometer uno de sus nuevos buques en el conflicto) desencadenar el “casus beli”, y los soldados polacos cayeron en la trampa.

El tratado firmado entre la URSS y la Alemania nazi se conoció como "El pacto von Ribbentrop -Mólotov", que concluyó en 1941.

 

El día que comenzó la Segunda Guerra Mundial

El pequeño ejército polaco, escasamente armado y con vehículos blindados utilizados en la Gran Guerra, que había concluido hacía más de 20 años, no imaginó jamás el poderío armamentista que la Alemania nazi escondía.

Al menos 1580 aviones de combate fueron utilizados por los alemanes en la Campaña de Polonia, mientras los polacos apenas tenían 433. Miles de tanques y otros vehículos blindados fueron utilizados por los invasores. La campaña duró poco más de un mes. El 28 de septiembre cayó Varsovia y el 6 de octubre, las últimas tropas polacas, lideradas por el general Franciszek Kleeberg, huyen dispersas hacia Rumania.

Simultáneamente, la Unión Soviética avanza sobre el territorio polaco, lo que dificulta aún más la posibilidad de que el pequeño país resista la invasión. Finalmente, el país es dividido en dos. Los alemanes lograron la expansión del espacio vital, sin provocar la ira de los soviéticos.

Hitler confiaba en que su Ejército era el mejor y más preparado del mundo.

 

Si perdemos la guerra, que el cielo nos ampare: el vaticinio de un general alemán

Sin embargo, el 3 de septiembre, dos días después de la invasión a Polonia, Francia e Inglaterra le declaran oficialmente la Guerra a Alemania. Ante esto, el general alemán y veterano de la Primera Guerra Mundial, Hermann Göring , le expresó a Von Ribbentrop, uno de los que propiciaba la invasión: “¡Ya has conseguido tu estúpida guerra! Si la perdemos, que el cielo nos ampare”. El anuncio supuso el fin de la frágil paz en Europa y vaticinó los difíciles años que atravesaría la humanidad en el conflicto armado más devastador de la historia, conocido hoy como la Segunda Guerra Mundial.