HAITÍ

Los niños de Haití se enfrentan a un desastre mayor al terremoto: la advertencia de la UNICEF

Miles de familias perdieron sus hogares y no cuentan con acceso a servicios básicos.
martes, 14 de septiembre de 2021 · 12:43

Un mes después del terremoto de Haití, miles de niños siguen en riesgo. Incluso antes del sismo, las tasas de desnutrición de menores eran altas, al igual que los desplazamientos causados por la violencia relacionada con las pandillas y los impactos secundarios del coronavirus.

Pero en este momento, las necesidades humanitarias de los niños de la nación haitiana son “más graves que nunca”, ya que familias enteras lo han perdido todo, incluidas las casas, las escuelas, el acceso al agua y las instalaciones sanitarias.

Para muchos niños, parte del proceso de recuperación pasa por el regreso a la escuela de manera segura, y a la normalidad y estabilidad de estar en un salón de clases con sus amigos y maestros. Desafortunadamente, más de 700 escuelas resultaron dañadas o destruidas por el poderoso terremoto, lo que interrumpió la educación de decenas de miles de niños de Haití.

El terremoto de 7,1 grados de magnitud sacudió al país el pasado 14 de agosto.

La UNICEF y sus aliados aseguran que trabajan para establecer “aulas temporales” que permitan a los niños volver a clases hasta que sus escuelas puedan ser restauradas. El organismo de la ONU también ha brindado apoyo nutricional, educación no formal y apoyo psicosocial a los jóvenes afectados por el terremoto.

La UNICEF también ha dicho que las necesidades de los menores de Haití “son enormes”, ya que más de medio millón de niños carecen de acceso a albergue, agua potable e instalaciones de higiene, lo que aumenta rápidamente la amenaza de infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, cólera y malaria.

Más de dos mil personas, incluidos niños, murieron en la tragedia.

 

Llevar suministros a los más afectados ha sido una labor titánica

Llevar suministros a los más necesitados no ha sido fácil. La devastación causada por el terremoto se vio agravada por la Depresión Tropical Grace, que desató severas inundaciones y deslizamientos de tierra al punto de obstaculizar aún más el acceso de ayuda humanitaria, particularmente a áreas más remotas.

Además de las inclemencias climáticas y lo deteriorado de las vías, la inseguridad creciente y la inestabilidad continua vinculada a la violencia de las pandillas podrían terminar de desarticular la respuesta humanitaria general.

A pesar de los desafíos logísticos, pocas horas después del terremoto un convoy de UNICEF entregó botiquines médicos en tres hospitales en Les Cayes. Los kits contenían suministros de salud de emergencia, incluidos guantes, analgésicos, antibióticos y jeringas, para tratar hasta 30 mil víctimas del terremoto durante los próximos meses.