Estados Unidos podría estar en una nueva ola de coronavirus sin que las autoridades se enteren

Aunque el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, en español) asegura que los casos de coronavirus están bajo control en Estados Unidos, la situación parece ser otra y algunos especialistas sostienen que los contagios subieron nuevamente.

Algunos estados de la nación norteamericana ya reportan un aumento de contagios de coronavirus, mientras disminuyen los esfuerzos por realizar pruebas contra la enfermedad. La próxima gran ola del virus podría estar presente sin que las autoridades se den cuenta.

El coronavirus, en sus nuevas variantes, ha mostrado ser menos agresivo e incluso no presentar síntomas en las personas vacunadas. En China, por ejemplo, la gran cantidad de contagios confirmados se descubrieron solo por las pruebas realizadas en forma masiva.

Las pruebas de COVID 19 y la secuenciación viral han sido fundamentales para responder rápidamente a los nuevos brotes, pero en estos momentos Estados Unidos cree haber superado lo peor de la pandemia y menos personas se acercan a los laboratorios para realizarse pruebas.

Debido a que las autoridades cambiaron sus prioridades respecto a la pandemia, hay menos recursos para mantener abiertos los centros de testeo, otros subieron drásticamente sus precios y la población se concentra en intentar volver a la normalidad.

Las pruebas rápidas no se han ganado la confianza de todos los residentes y rara vez se informa sobre los resultados. “Siempre hay más propagación del virus de la que podemos detectar realmente”, explicó Abraar Karan, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Stanford.

Algunos estados ya no informan sobre los nuevos contagios

Los estados de Hawái, Nevada, Arizona y Ohio, dejaron de informar los datos diarios de coronavirus al CDC y argumentan las dificultades para dar seguimiento al progreso de la pandemia. Las autoridades sanitarias piden a la población continuar con sus medidas preventivas, ya que la pandemia no ha terminado.

Los datos parecen engañosos de acuerdo a los especialistas y creen que las hospitalizaciones y las muertes ocurren a días o semanas de la infección inicial. La falta de pruebas generalizadas es, en este momento, el principal problema.