Bandas criminales siembran el terror en Haití, la nación más insegura de América Latina

Los enfrentamientos armados entre bandas criminales se han cobrado la vida de más de un millar de personas en Haití, una nación azotada por la violencia, la pobreza extrema y una creciente crisis económica, política y social que tiene a la población vulnerada.

Según un informe publicado el sábado por la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Haití, en lo que va de semana, al menos 234 personas han muerto o resultado heridas en la capital del país, Puerto Príncipe, donde actualmente se libra una brutal guerra entre pandillas por el control del territorio. 

“La mayoría de las víctimas reportadas en Puerto Príncipe no están directamente relacionadas con las bandas criminales. Muchos de ellos fallecieron producto de balas perdidas o por quedar atrapados en medio de tiroteos masivos”, advirtió el portavoz de la ONU en Haití, Jeremy Laurence. 

En un comunicado de prensa, el vocero de la agencia reveló que, desde hace una semana, dos bandas criminales luchan intensamente por el control total de la capital, lo que ha desatado una ola masiva de disturbios, tiroteos, saqueos y cortes de carreteras. 

Mientras tanto, la Policía Nacional de Haití, mal equipada y con poco personal, ha instalado un toque de queda y ha ordenado a los residentes de Puerto Príncipe que no salgan de sus casas. Un pedido casi imposible de acatar debido a la extrema situación de vulnerabilidad en la que viven la mayoría de las familias haitianas. 

“Estamos profundamente preocupados por el recrudecimiento de la violencia en la isla caribeña. La policía, atada de pies y manos, se ha visto obligada a retroceder y no interviene para detener la violencia. La anarquía se ha apoderado de la capital”, expresó el organismo. 

Haití, el país más peligroso de la región 

A principios de mes, la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos de Haití había calculado que, entre enero y junio de este año, alrededor de 934 personas habían perdido la vida de forma violenta en el país, mientras que 684 resultaron heridas. 

A esta cifra se le suman también otros 89 asesinato perpetrados la semana pasada, así como la desaparición de unos 26 haitianos. Con esto, la cifra de muertes violentas en los primeros siete meses del año se eleva a 1.283, a solo un paso de superar los 1.463 homicidios cometidos en Jamaica (el país más violentos de la región) en todo el 2021. 

Este brutal derramamiento de sangre en Haití se produce en momentos de mucha tensión para la empobrecida población haitiana, que ha sido golpeada por varias catástrofes naturales, la pandemia del coronavirus, un brote masivo de cólera, el vertiginoso aumento de los precios de la comida y la crónica escasez de agua, medicamentos y combustible. Una situación que imposibilita que la ayuda humanitaria llegue a las zonas de más bajos recursos.