GEORGE FLOYD
Derek Chauvin, el expolicía que mató a George Floyd, es sentenciado a otros 21 años de prisión
La Justicia norteamericana lo encontró culpable de transgredir los derechos civiles del afroamericano.
El expolicía de Minnesota, Derek Chauvin, condenado el pasado año por el asesinato de George Floyd, fue sentenciado este jueves a cumplir otra condena de 21 años de cárcel por el delito federal de vulnerar los derechos civiles de la víctima al momento de su arresto en mayo de 2020.
Chauvin, quien cumple una condena de 22 años y medio de prisión por el homicidio de George Floyd, se declaró culpable, en febrero de este año, de transgredir los derecho civiles del afroamericano de 47 años, luego de conseguir un trato con la Fiscalía para que ambas condenas se ejecuten de forma simultánea.
El juez federal a cargo del caso, Paul Magnuson, condenó enérgicamente el accionar del exagente de seguridad durante el arresto de George Floyd, quien falleció por asfixia bajo la custodia de los policías de Minneapolis.
“Esta sentencia debe marcar un precedente importante a la hora de ejecutar la ley”, expresó el magistrado en horas de la tarde del jueves mientras hacía lectura del veredicto final. Los familiares y amigos de Floyd, presentes en la sala, celebraron el fallo y aseguraron que “el castigo fue ejemplar”.
Anteriormente, la Fiscalía de Estados Unidos había solicitado una condena mínima de 25 años de prisión contra Chauvin, mientras que su defensa pedía solo 20 años de cárcel por este cargo federal. No obstante, tras negociar con los fiscales, los abogados del expolicía consiguieron reducir la pena a 21 años de cárcel.
Dos años de la muerte de George Floyd
La trágica muerte de George Floyd, que fue captada en video por varios testigos que pasaban por el lugar del arresto, desencadenó una ola masiva de protestas en todo el territorio norteamericano y en diversos países del mundo.
Bajo la consigna “Black Lives Matter” (Las Vidas Negras Importan), cientos de miles de personas alrededor del planeta salieron a las calles para repudiar los actos de represión policial y la discriminación racial, se convirtieron en las mayores movilizaciones anti discriminación desde el asesinato de Martin Luther King a finales de los 60.
