Asunción de Lula da Silva: refuerzan la seguridad para el acto del 1° de enero

Durante este fin de semana, un artefacto explosivo fue activado en el aeropuerto de Brasilia. Este dispositivo fue plantado presuntamente por el empresario George Washington de Oliveira Sousa. El detenido en cuestión explicó que llevó a cabo tal acción para que se decrete el Estado de sitio en Brasil y, con ello, “impedir la instauración del comunismo” en su país, que sería el regreso de Lula da Silva al poder.

Debido a este ataque terrorista y a la cercana asunción de Lula da Silva como presidente de Brasil el 1° de enero, se cuestionó la seguridad del mandatario electo al momento de asumir la presidencia. En este lineamiento, el próximo ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, dijo que “la toma de posesión del presidente Lula tendrá lugar en paz”.

Esto fue informado a través de una publicación en la red social Twitter por el futuro ministro de Lula. Además, escribió: "Todos los procedimientos serán reevaluados, con miras a fortalecer la seguridad. Y se intensificará la lucha contra los terroristas y los alborotadores. La democracia ha ganado y ganará".

A pesar del ataque terrorista al aeropuerto de Brasilia, el electo mandatario de Brasil, Lula da Silva, llevará a cabo su acto de asunción, donde participará Alberto Fernández junto al Canciller Santiago Cafiero y al embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli. El mandatario electo ya anunció 17 de los nuevos ministros que lo acompañarán y tiene su Gabinete presidencial preparado.

El atentado y Bolsonaro

Luego de que Oliveira Sousa fuera detenido por la policía brasileña, este confesó todo su plan, la inspiración y los motivos que lo llevaron a cometer el atentado terrorista. En primer lugar, Oliveira Sousa tiene 54 años de edad y fue gerente de una gasolinera del estado de Pará, al norte del país, y un detalle no menor es que fue de los partidarios bolsonaristas que pedían un golpe de estado.

En sus propias palabras, Oliveira Sousa confesó: “Mi viaje a Brasilia fue para unirme a las protestas frente al cuartel general del ejército y esperar a que las fuerzas armadas me autorizaran a tomar las armas y destruir el comunismo”, que supuestamente se avecinaba con la toma del Poder Ejecutivo por parte del electo Lula da Silva.

Este terrorista incorporó a Bolsonaro en su confesión de la siguiente manera: “Lo que me motivó a comprar las armas fueron las palabras del presidente Bolsonaro, que siempre enfatizó en la importancia de que los civiles estén armados diciendo: ‘Una población armada nunca será esclavizada’”. La misión última del atacante era que las autoridades declararan el Estado de sitio y, con eso, dar oportunidad a los militares de perpetrar un golpe de estado.