Avanza en el Congreso la iniciativa de redactar una nueva Constitución para Chile

Luego de recibir un rotundo rechazo a la iniciativa de redactar una nueva Constitución para Chile el pasado cuatro de septiembre, el país vecino avanzó en el Congreso este miércoles la aprobación para la renovación del texto constitucional que rige desde la dictadura de Augusto Pinochet.

El rechazo que ocurrió en primera instancia fue un duro golpe para el gobierno de Gabriel Boric, que vio afectada su popularidad, la cual descendió a un 30%. Sin embargo, los nuevos censos arrojan resultados alentadores a favor de elaborar un nuevo texto crucial para Chile. En el Congreso del vecino país, la redacción de un nuevo documento tuvo en Diputados 109 votos positivos, 37 en contra y dos abstenciones.

En este caso, el proceso de reforma de la Constitución chilena será llevado a cabo por 50 ciudadanos elegidos por el voto popular y otros 24 especialistas de la Comisión de Expertos y 14 pertenecientes al Comité Técnico de la Admisibilidad serán designados por el Congreso de Chile. El trabajo de los 38 especialistas designados empezará el próximo 6 de marzo y el Consejo Constitucional el 7 de junio de 2023.

Así, se espera que la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet, la más sangrienta de la historia de Chile, sea reemplazada luego de décadas. A esta carta magna se le atribuye el modelo político, económico y social que rige en el país. Por otro lado, la aprobación realizada por la Cámara de Diputados chilena requiere que se celebre un plebiscito de salida que se llevará a cabo en diciembre.

Las manifestaciones que pusieron la mira en la Constitución

Entre los meses de octubre de 2019 y marzo de 2020, masivas manifestaciones que surgieron en la capital Santiago de Chile y que fueron propagadas a todas las regiones del país se alzaron por el aumento en la tarifa del sistema de transporte público, lo que constituyó la gota que derramó el vaso en el gobierno de Sebastián Piñera.

La serie de protestas posteriormente recibió el nombre de Estallido Social y enfrentó en un principio a los estudiantes universitarios de la capital chilena, a los que se le sumaron simpatizantes por la causa contra los carabineros. El Ministerio del Interior y Seguridad Pública, en ese entonces, decidió interponer querellas por delitos contra los manifestantes en general, alegando daños, saqueos e incendios intencionales.

Esta rebelión del pueblo chileno intentó ser aplacada por el presidente Piñera que decretó el estado de emergencia junto a un toque de queda. Las motivaciones detrás de las masivas movilizaciones fueron el alto costo de vida, las bajas pensiones, los precios elevados en medicamentos y tratamientos de salud; por último, el descrédito a la propia Constitución, lo que sembró la iniciativa de reemplazarla a la brevedad.